miércoles, 25 de julio de 2007

LA NATURALEZA FEMENINA Y MASCULINA.


Existe una tendencia general aristotélica de poner dualidades. El principio del varón se asimila a características: activo-constructivo-perfecto; mientras que la naturaleza de la mujer es: pasiva-material-incompleta. Estas nociones, recogidas por los escolásticos y reforzadas por la civilización ocidental judeo-cristiana son reproducidas todo a lo largo de la historia.
El modelo femenino de estos siglos, y que perdurará hasta la España Franquista, es el de la “Perfecta Casada", (las descasadas no debemos ser perfectas uff!! que alivio) una de las obras más leida, (incluso en el siglo XX, de 1936 à 1975 era lectura obligada para las futuras esposas). Fray Luis de León, escribe “La Perfecta Casada”

1. La mujer y el buey son los fundamentos económicos de las casas : el buey para que are y la mujer para que guarde.
2. La división del trabajo entre los sexos ha sido dispuesta por el Espíritu Santo, la naturaleza y la razón.
3. la funcionalidad productiva y reproductiva de la mujer, es la causa de su creación por Dios.
4. La negación del esfuerzo de la mujer. Su trabajo debe hacerse sin parecer que se hace.
5. El estado de casada equivale a un oficio, la casada tiene oligación moral grave de dedicarse a él y no puede delegarlo.

En el siglo XVI las violaciones eran numerosas. Los violadores solían quedar librados con el pago de una multa que se añadía a la dote de la mujer.
En el XIX se empieza a hablar de la frigidez de la mujer. Los hombres harán, incluso, de la frigidez una virtud, una seguridad para ellos y un reproche para ellas: en realidad el hombre impedía el deseo a la mujer (la mujer que deseaba y compartía el deseo no era buena).
En el campo de la biología se asimila a la mujer con lo blando, al mismo tiempo que los hombres dejan a las mujeres trabajar en las minas, pero no en la imprenta;

Freud, más tarde, va a imponer una nueva visión binaria con la preeminencia masculina y el vacio femenino, el hombre que tiene y la mujer que no tiene y desea tener. (NO DESEAMOS TENER NADA MASCULINO, DESEAMOS AL HOMBRE, NO SE CONFUNDA...)
Lejos de marchar con el progreso social, la mujer se empequeñece a lo largo de los siglos: frente a las mujeres del Renacimiento (“en el Renacimiento, la mujer española desempeña cátedras de retórica y latín como Isabel GALINDO, o es filósofa como Olivia Sabuco”).
En el XVIII se juzga peligroso enseñar el alfabeto a las muchachas.
En 1882 se discutió en el Congreso si las mujeres eran aptas para enseñar en los Jardines de Infancia y tras mucho polemizar se decidió que sí. Diez años después se discute si debe darse a la mujer la cultura necesaria para el desempeño de todas las profesiones con el resultado siguiente: 260 votos a favor, 293 en contra y 89 abstenciones. ( 260 HOMBRES A FAVOR, VAYA LOGRO!!)
El voto femenino no llegó hasta 1932.
España no se adhirió al Convenio sobre Derechos Políticos de la mujer de 1952 hasta el año 1973, y no fue publicado en el BOE del Estado hasta 1974. Lo ratificó con reservas y se concedía los derechos políticos a la mujer sin perjuicio de las peculiaridades de la legislación española
El resultado de tal evolución se encuentra en las formulaciones de los grandes hombres de nuestro siglo:

Ortega y Gasset defendía que “la mujer es más bien un género que un individuo” y opinaba que “la mujer demasiado racional huele a hombre”. (COMO SE HUELE A HOMBRE SEÑOR ORTEGA?)

Miguel de Unamuno (durante el siglo XX) cayó en la creencia de la función de la mujer, puramente vegetativa que consiste en “concebir, parir y amamantar”
(ESO ES SER RACIONAL??)

Y Antonio Machado exteriorizó su valoración a la inteligencia femenina diciendo: “Todo es tan clavo pasado que hasta las señoras pueden entenderlo”. (DON ANTONIO.... SI LEVANTARA LA CABEZA VERÍA COMO HEMOS HECHO CAMINO AL ANDAR!)





En 1884 concepción Arenal especifica: “Los únicos puestos oficiales que una mujer puede ocupar
son: maestra de niñas, telegrafista y telefonista y estanquera; reina puede ser tambien. (MENOS MAL QUE NO SE LE OLVIDO LA REALEZA). PERO NO NOS EQUIVOQUEMOS, ESTA MUJER FUÉ UNA GRAN LUCHADORA DE NUESTRO GÉNERO... LLEGÓ A DISFRAZARSE DE HOMBRE PARA ASISTIR A LA UNIVERSIDAD DE DERECHO EN 1842.



Y COMO BROCHE FINAL, EL CONTARTO DE "MIS ANTECESORAS LABORALES"

MODELO DE CONTRATO QUE FIRMABAN LAS MAESTRAS CON EL CONSEJO NACIONAL DE EDUCACIÓN en el año 1923.
La señorita acuerda:
-No casarse. Este contrato quedara automáticamente anulado y sin efecto si la maestra se casa.
-No andar en compañía de hombres.
-Estar en su casa entre las ocho de la tarde y las seis de la mañana, a menos que sea para atender una función escolar.
-No pasearse por las heladerías del centro de la ciudad.
-No abandonar la ciudad bajo ningún concepto sin el permiso del presidente del Consejo de Delegados.
-No fumar cigarrillos. Este contrato quedara automáticamente anulado y sin efecto si se encontrara a la maestra fumando.
-No beber cerveza, vino, ni Whisky. Este contrato quedara automáticamente anulado y sin efecto si se encontrara a la maestra bebiendo.
-No viajar en ningún coche o automóvil con ningún hombre excepto su hermano o su padre.
-No vestir ropas de colores brillantes.
-No teñirse el pelo.
-Usar al menos dos enaguas.
-No usar vestidos que queden a mas de cinco centímetros por encima de los tobillos.
-No usar polvos faciales, no maquillarse ni pintarse los labios.
SIN COMENTARIOS......





















3 comentarios:

Mari Triqui dijo...

Dan ganas de reir... y de llorar!
Qué bueno Kether, qué interesante este resumen que haces. Menos mal que la mayoría de las mujeres ya no nos creemos lo que han inventado para nosotras los hombres.
Un beso.

kether dijo...

Gracias Glora, y sí aunque ya no nos creemos todo lo que hayan inventado, creo que es importante, de vez en cuando reflexionar sobre nuestro pasado, nuestra historia.
besos

A.m d. A dijo...

Estoy finalizando mi carrera y estoy viendo una electiva llamada Feminismo como movimiento político. Me ha servido de mucho éste artículo. Está muy completo.

Diana Acosta.
Maracaibo, Venezuela