Y una tarde me llegó, alborotador, el ser que amaba.Y se precipitó sobre mí. Y me estrechó entre sus brazos, hasta dejarme sin aliento. Y me sentí morir de alegría.
Quiero revivir (no solo recordar) los momentos en que fui esencialmente amada, imprescindible para alguien; reaccionar con esa mirada, con esas palabras susurradas, con ese beso cálido y esa caricia tan esperada...Nada pasa... Quizás es ahora, más que entonces, cuando me doy cuenta de que de verdad viví en ese instante lo mejor de la vida. Cerca de la ventana, en una noche fría, con las manos vacías o con un vaso lleno de recuerdos, revivo lo que me sostuvo y me consoló hasta hoy, aún sin percibir que era aquello lo que me consolaba y sostenía.
El amor es un signo de madurez que a su vez nos madura: No se concentra: se desborda. Por eso es tan difícil que permanezca: cambia o se va. Pero mientras dura es eterno....Eterno y de cristal. Igual que un sueño.
1 comentario:
Sabias palabras, K. el amor cambia o se va.
Las acabo de grabar para siempre.
Besos
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